Para
el año de 1924, fue cuando se presenció por primera vez, una exhibición
boxística en Venezuela. Esto ocurrió con la llegada al país de unos boxeadores
panameños.
Contando
con el permiso de las autoridades distritales, montaron en el centro del ruedo
del Gran Circo Metropolitano, demolido en 1945, lo que se llamó el “Primer Ring
Boxístico Venezolano”.
La
mencionada modalidad deportiva, sólo se conocía a través de las películas
silentes y de las crónicas aparecidas en periódicos y revistas extranjeras que
llegaban con cierta regularidad a Caracas. Las primeras peleas entre los
boxeadores panameños fueron de exhibición. Combatían entre sí, es decir, se
alternaban los hombres en cada encuentro.
Esta
delegación de púgiles del istmo, arribó a Caracas contratados por Rafael Otazo,
emprendedor e inteligente promotor venezolano de espectáculos públicos.
Para
la noche del 1 de enero de 1924, se confeccionaron 3 peleas a 2 rounds cada
una. Las animaron los siguientes pugilistas: Jorge Luis Alfaro, Ricardo Grosso,
Juan Gallardo, Midget Fonetta, “Carpentier de Panamá”, “Kid Martín”, “Kid
Clarence” y actuó como árbitro el profesor de boxeo L. E. Fortique. Las
localidades del circo se llenaron de un público entusiasta que presenciar la
primera programación de boxeo. Los precios de las entradas estuvieron al
alcance de todos: preferencia numerada (“ring side”) Bs. 5; asiento de palco
Bs. 4; y gradas Bs. 2; damas y niños mitad de precio. En los intermedios de las
peleas, se realizaron números de gimnasia sueca, a cargo de los mismos
pugilistas.
En
la segunda función, también de exhibición, se enfrentaron los negros vs los
blancos: Juan Gallardo, (blanco) vs Ricardo Grosso, (negro) y “Panamá
Carpentier”, (blanco) vs “Kid Martín”, (negro). Jugaron un poco con los guantes
y después vino el encuentro entre Midget Fonetta, (blanco) y “Kid Clarence”,
(negro). El programa lo completó la proyección de una cinta cinematográfica,
titulada “La Chica del Mar”.
En la tercera velada de la temporada, con
fecha 10 de enero de 1924, debutó el
Primer Boxeador Venezolano, en la primera pelea de la noche, quien fue José
Antonio Gil, natural de Caracas. Gil, se enfrentó al panameño Grosso,
resultando el nativo un hueso duro de roer, para cualquier boxeador, según
apreciación personal de los cronistas deportivos de aquella época. La primera
pelea oficial que se realizó en Caracas, fue protagonizada por el panameño
Ricardo Grosso y el deportista caraqueño Rafael Carabaño, el 19 de enero de
1924. El combate resultó favorable para Carabaño, al recibir un golpe
prohibido, (foul) que ameritó la descalificación de Grosso. Carabaño era un
típico peleador callejero, guapetón, tirador de palos y de cabeza. No se
fijaba, ni media la corpulencia de su rival para fajarse a puño limpio. Cuando
perdía un match en el ring, acostumbraba esperar en la calle a su vencedor para
arreglar cuentas en plena vía pública.
La
contienda duraba hasta que aparecía la policía, rolo en mano, dispersando
primero al nutrido grupo de mirones, que gozaban un puyero presenciando boxeo
de gratis y luego procedían a detener al iniciador de la refriega, que
resultaba ser Rafael Carabaño, quien apresado, era conducido a pie, hasta el
Cuartel de “Las Monjas”.
Los Boxeadores, Vittorio Carretta (Campeón del Norte de Italia) y Battling Hamley (Campeón de Fort de France, Martinica), se enfrentaron el 5 de julio de 1924 en el Circo Metropolitano de Caracas. Carretta venció a Hamley por puntos. (Foto: Manrique & Co.).
Los Boxeadores, Vittorio Carretta (Campeón del Norte de Italia) y Battling Hamley (Campeón de Fort de France, Martinica), se enfrentaron el 5 de julio de 1924 en el Circo Metropolitano de Caracas. Carretta venció a Hamley por puntos. (Foto: Manrique & Co.).
Ese
mismo año de 1924, se produce un suceso importante en la organización del
boxeo. Los periodistas y los aficionados exigían una entidad que se encargara
de dirigir todo lo concerniente a las actividades boxísticas. Atendiendo ese
clamor popular, por disposición del Benemérito General Juan Vicente Gómez,
Presidente de la República y según decreto del Gobernador del Distrito Federal,
se crea la Primera Comisión de Boxeo Profesional. A partir de entonces, la
afición por el nuevo deporte cundió rápidamente entre la muchachada caraqueña.
Surgieron improvisados managers, comenzaron aflorar las primeras figuras y
avispados promotores, dispuestos, unos, a imponer el pugilismo y los otros a
sacarle provecho.
En
agosto de 1924, llega a Venezuela el boxeador argentino Godín, quien había
igualado la proeza de Carretta, venciendo al pseudo campeón uruguayo Luis
Meiggs. Se esperaban próximas peleas en el coso de San Martín, el Circo
Metropolitano de Caracas.
El
sábado 16 de agosto de 1924, se midieron ambos púgiles, venciendo por knock-out
el italiano Carretta a su oponente el uruguayo Luis Meiggs. Carretta fue
felicitado abrumadoramente por los aficionados emocionados que presenciaron la
contienda.
El
23 de agosto de 1924, se exhibieron en el Circo Metropolitano de Caracas, los
boxeadores Godín y Vázquez. El primero de ellos, se enfrentó el 30 de agosto de
1924 al martiniqueño Battling Hamley. La prensa señalaba lo siguiente sobre ambos púgiles:
Godín: Para quien observara la faz de entrenamiento presentada por este boxeador en el Nuevo Circo, saltará, como primera característica de él, su gran agilidad. La escuela de Boxeo latina, la que llevara a Carpentier al borde del campeonato mundial, la más elegante y bella de todas las peleas: he aquí la que practica este buen boxeador que se prepara a entusiasmar la afición de la capital en su próximo match con Hamley. Abierta, franca, leal, esta clase de peleas es de las más emocionantes. Es, a cada momento, un alarde de ágil audacia y un armónico movimiento de todo el cuerpo.
Frente a Hamley, Godín será la agilidad contra la fuerte resistencia del negro; la rápida defensiva inteligente luchando con el ataque continuo, el golpeteo incesante de ese su otro fuerte y poderoso adversario.
Battling Hamley: La mixta combinación de la escuela latina y de la americana, con los agregados de ciertos especialísimos movimientos característicos de los peleadores de su raza, vienen a constituir la forma de lucha de este púgil conocido ya por el público capitalino, que supo apreciar y admirar sus condiciones en su pasado encuentro.
Duro al castigo, recio, valiente y ofensivo Battling Hamley da la impresión de un tenaz martillo cuyo incesante golpetear no deja un momento de descanso a su contrario durante toda la pelea. Cuando él boxea tiene que haber lucha. No concibe, no ya el retroceso, pero ni siquiera la defensiva. Ágil posee toda la cautela maliciosa de su raza, y sus discordes movimientos son una perenne amenaza suspendida sobre la cabeza de su contendor, durante toda la pelea.
En el boxeo internacional, había mucho interés por la pelea que sostendría el
argentino Luis Ángel Firpo contra el norteamericano Harry Wills “La Pantera
Negra”, la cual se efectuó el 11 de septiembre de 1924, en New Jersey (U.S.A.).
Firpo perdió por puntos en 12 asaltos, alejándolo de la posibilidad de
enfrentar al Campeón Mundial. También se hablaba del regreso a los
cuadriláteros del legendario Ex-Campeón Mundial de los Pesos Pesados, Jack
Johnson y de la derrota del francés Carpentier ante Tunney.
A
los latinoamericanos, además de Firpo, interesaban los boxeadores que hacían
carrera en Norteamérica, entre ellos figuraban: Los chilenos Luis Vicentini y
Quintín Romero. Vicentini era Campeón del peso ligero, quien había sido
derrotado por puntos, por el norteamericano Bernstein, quien se enfrentó al Campeón Mundial Peso Ligero Benny Leonard.
Ese año, el
boxeador venezolano Vicente Martucci, lanzó un reto a los pesos pluma de
España.
Se celebró el
combate entre el chileno Víctor Vázquez y el italiano Vittorio Carretta en
Caracas (Venezuela) mostró gran calidad profesional boxística.
El
título de Campeón en Venezuela, había sido concedido en principio, por la
Prensa; es decir, por los cronistas, quienes estimulaban así a los boxeadores,
pero sin existir un certificado legal que así los acreditara.
En
Venezuela, los boxeadores que ostentaron el título de campeón, de esta manera
fueron: El venezolano, Rafael Carabaño; Battling Hamley le arrebató el título a
Carabaño con su derrota; luego la faja pasó a manos del italiano Vittorio
Carretta; y posteriormente, pasó a manos del chileno Víctor Vázquez quien
derrotó a Carretta.
El
17 de septiembre de 1924, señaló Pedro Luka: El sábado pasado, 13 de septiembre de 1924, hizo su aparición en los
rings caraqueños un muchacho llamado Braulio Tovar, quien despertó gran admiración entre los
aficionados. Este joven boxeador tiene muy buenas facultades; golpea con ambas
manos duramente y posee una sorprendente agilidad casi felina.
Después
del combate entre el chileno Víctor Vázquez y el argentino Godín, ganado por
éste último, conquistando el título de campeón, solo se estimaba la posibilidad
de una revancha entre ambos púgiles.
El
señor Alfredo De la Sota, socio de la empresa de boxeo, viajó a los Estados
Unidos de Norteamérica para contratar boxeadores que se enfrenten a los que se
encuentran en nuestro país.
En
el Norte, de los boxeadores sudamericanos, a quien mejor le ha ido, es al
chileno, peso pesado, Quintín Romero Rojas. Obtuvo dos buenos triunfos ante los
norteamericanos Farmer Lodge y Mc Kenan. Romero declaró a la prensa que su
sueño era enfrentar en el año 1925 al argentino Luis Ángel Firpo. Su próxima
pelea pautada sería ante el norteamericano Floyd Johnson.
Señala
el periodista deportivo Pedro Luka, el 25 de septiembre de 1924, lo siguiente: “La falta de pugilistas criollos que puedan
alternar lucidamente con los boxeadores extranjeros, es uno de los mayores
inconvenientes con que tropiezan entre nosotros los eventos pugilísticos. Por
lo tanto, urge antes que todo, constituir un centro que sea a manera de
academia o escuela de boxeo, donde los futuros combatientes aprendan el difícil
arte de propinar y evadir los golpes.
Un instituto de esta índole vendría a
llenar una necesidad deportiva, a la cual se debe la falta casi total de
contendores nacionales. Ojalá que éste se lleve a efecto y que sea dentro de
poco”.
Armando
Best se enfrentó al “Caimán del Catatumbo” el sábado 13 de noviembre de 1924
y el vencedor se medirá posiblemente a Carabaño.
El
22 de noviembre de 1924, se preparó un combate de boxeo entre los pugilistas
venezolanos, Rafael Carabaño, Ex-Campeón
Nacional de Boxeo y Armando Best.
Carabaño
había vencido al panameño Grosso, y parecía que su carrera seguiría en franco
ascenso; sin embargo, al enfrentar al martiniqueño Battling Hamley, el criollo
Carabaño se sometió a un entrenamiento excesivo que lo llevó a un estado de
cansancio y agotamiento, aunado a un padecimiento digestivo y sobrepeso (llegó
a más de 145 libras) cuando tenía 135 libras. En su entrenamiento previo al
combate mostró estar en forma, destacando sus upper-cutt con la mano izquierda.
En esa ocasión, Jesús Corao estuvo dirigiendo sus prácticas y acondicionamientos
físicos.
Su
joven contendor, el caraqueño, Armando Best, era muy conocido en Caracas y
había conquistado numerosas victorias, tan solo tenía una derrota, la que recibió
un knock-out de manos de “Firpo de Caracas”. Contaba con 18 años y era de recia
contextura. Entre sus actuaciones destacó el rápido knock-out que le propinó al
“Caimán del Catatumbo”, en el comienzo del segundo asalto, demostró su gran y
poderosa pegada.
Ante
cualquier pronóstico, el martiniqueño Battling Hamley venció al campeón
nacional Vittorio Carretta. Fue asombroso su triunfo, dominando a Carretta
desde el primer round. Allí Hamley supo esquivar los golpes de Carretta y luego
de castigarlo durante tres asaltos, en el cuarto round lo puso contra las
cuerdas, dándole un fuerte derechazo al estómago, que puso knock-out al campeón
Carreta. Hacía un año en que se había realizado la misma pelea y Carretta había
derrotado por puntos a Hamley.
En
esa época se llevaron encuentros boxísticos en el Circo Metropolitano de
Caracas, entre los venezolanos: Isidoro González “Pica-Pica”, Toribio vs. Manuel
Mantellini, que resultaron muy emocionantes y se vislumbraba un futuro
promisorio para Pedro Maury, quien era considerado como el pugilista joven
venezolano que tenía mayores conocimientos del arte del boxeo y fuertes manos.
Rafael
Carabaño derrotó a Armando Best, propinándole un knock-out en el tercer round.
Algunos señalaron que lo golpeó incorrectamente. Fue
un combate encarnizado y con muchos golpes desatinados. Esta
fue la tercera victoria de su carrera para Carabaño exhibiéndose ante el
público.
El
zuliano Daniel Alvarado “Rayo del Catatumbo” también empezaba a descollar en
esa época. Señalaba el periodista deportivo Pedro Luka, que le habían dicho que
“parte cocos a puñetazos”, lo dirigía un técnico norteamericano y había corrido 9
kilómetros sin demostrar cansancio.
Ese
día se enfrentaron los boxeadores: Bill Messick, pseudo-campeón de la flota
norteamericana del Atlántico y el argentino Godín, Campeón de Venezuela, quien
le dio una golpiza, derrotándolo fácilmente.
El 6
de diciembre de 1924, se organizó la pelea entre Daniel Alvarado “El Rayo del
Catatumbo” y el argentino Pedro Godín.
El
argentino Luis Ángel Firpo perdió por puntos en 12 rounds, ante el boxeador Charles
Weinert, quien había sido derrotado por el mismo Firpo anteriormente en la
ciudad de Filadelfia (U.S.A.) con un knock-out en el segundo asalto. Se creía
que el “Toro de las Pampas” iba a obtener una fácil victoria ante el
norteamericano y no resultó así. El argentino fue castigado fuertemente en
numerosos rounds y tuvo una herida profunda en el labio inferior.
Weinert
dio y recibió golpes cambiados con limpieza. La abrumadora y poderosa derecha
de Firpo alcanzó en varias ocasiones la quijada de su contrario, pero éste
soportó el castigo sin importarle. Los famosos derechazos de Luis Ángel Firpo
pasaron desde hoy a ser una fábula.
El
mejor match del Campeón Suramericano había sido el enfrentamiento que tuvo ante
Jack Dempsey. Posteriormente, fue derrotado por Harry Wills a quien apodaban
“La Pantera Negra”. Firpo era la máxima esperanza latinoamericana para
titularse campeón a nivel mundial y luego de esas dos últimas estrepitosas
derrotas ha mermado su cartel.
En
esos años, la esperanza latinoamericana se había fijado en el boxeador chileno
Quintín Romero Rojas, cuyo nombre se asociaba al knock-out, ya que había
alcanzado 15 victorias en forma consecutiva.
El 7
de diciembre de 1924, se enfrentó a quien debería disputarle el cetro de
campeón a Jack Dempsey, quien era Jack Renault, de origen franco-canadiense y
le ganó por puntos.
El
Comité de Boxeo Suramericano, representadas aquellos años por las asociaciones
de Argentina, Chile y Uruguay, concedieron el título de Campeón de Suramérica
al púgil chileno Quintín Romero Rojas, por sus triunfos obtenidos en la ciudad
de Nueva York (U.S.A.).
La
temporada de boxeo en Caracas se reanudó con el enfrentamiento entre el chileno
Víctor Vázquez y el francés Raúl Ansel. Se esperaba que fuera una buena
confrontación a pesar de la desigualdad existente con la edad. Ansel era mucho más
experimentado, pero se vislumbraba la victoria de Vázquez, para enfrentarlo al
Campeón Nacional Godín. Ansel viajó a Panamá para contratar a 7 u 8 pugilistas
y traerlos a Venezuela para combatir con ellos. La idea era considerada
admirable y oportuna, para desarrollar la temporada de boxeo y la calidad de
nuestros boxeadores. Entre los más destacados púgiles criollos de ese año,
tenemos: Rafael Carabaño, Armando Best, Braulio Tovar y Daniel Alvarado “Caimán del Catatumbo”.
Ya
empezaba a destacarse en Europa, el gran boxeador español Paulino Uzcudum, quien había
derrotado en Bilbao al campeón peso máximo de Bélgica, Humbeeck, por knock-out,
actuando como árbitro Carpentier.
En
1925, el boxeo ya se había impuesto en el ánimo de los capitalinos pero éstos
reclamaban mayor clasificación para algunos valores individuales, entre los que
se contaban: Los venezolanos Luis Garrido, Emilio Orellana, Manuel Mantellini, Armando Best,
Rafael Carabaño, Pedro Maury, Isidoro González, “Pica Pica”; el argentino Pedro Godín, los chilenos Víctor Vásquez y Eduardo Lagos; y los trinitarios Dick Turpin, Bussy Billy y Fearless
Freedy y el martiniqueño Battling Hamley, púgiles extranjeros que cumplían
campaña en el país.
El
año 1925 se pensaba traer al pugilista trinitario Theophilus Harrys, para
enfrentarlos a Godín o Vázquez. Se encontraba en Caracas también, el recio
Batling Hamley, que había vencido a Carabaño.
Expresaba
Pedro Luka: “El entusiasmo por el boxeo
ha decaído visiblemente; a pesar de que las corridas de toros han experimentado
una reacción formidable. Además, ambos espectáculos, se pueden armonizar
perfectamente. Lo esencial en el caso presente es que los encuentros
pugilísticos resulten interesantes y que los aficionados no tengan ocasión de
quejarse ante combinaciones deficientes o por la conducta incalificable de
ciertos boxeadores que anteponen sus mezquinos intereses a la reputación
profesional. Ese es el único remedio”.
El
24 de abril de 1925, se celebró el match de revancha entre los boxeadores pesos
pesados, el chileno Quintín Romero y el canadiense Jack Renault, escenificado
en el Cuartel Nacional de Newark (U.S.A.).
Romero
había vencido por puntos, meses atrás al púgil Renault, hazaña que dio gran
renombre al boxeador chileno. Los cronistas deportivos internacionales daban
como lógico el enfrentamiento entre Romero y el campeón mundial Jack Dempsey.
Renault había solicitado el combate de revancha ante Romero, al señalar que en
esa ocasión había sido derrotado por la mala suerte; y luego, al darse el
combate de revancha entre ambos púgiles, los entendidos señalaban que Jack
Renault ganó una gran mayoría de rounds que su contendor Quintín Romero. El
total de rounds fue de 12; 7 de los cuales ganó Renault y 2 fueron considerados
tablas.
El
triunfo de Renault no constituyó una victoria oficial debido a que las leyes de
la Comisión de Boxeo de Newark establecían que los triunfos debían obtenerse por
“knock-out”, y consideraban nulo todo encuentro que no se definiera de este modo.
La
noticia boxística de la época era la posible destitución del campeón mundial de
boxeo, de los pesos pesados Jack Dempsey en caso de no aceptar el reto de pelear
contra Harry Wills.
El púgil chileno Eduardo Lagos "El Caballero del Ring". Caracas (Venezuela). 1925.
El 9
de agosto de 1925, el boxeador chileno Eduardo Lagos, a quien apodaban “El
Caballero del Ring”, realizó en el Nuevo Circo de Caracas la mayor demostración
de valor que hasta esos momentos se presentaba en los cuadriláteros de nuestro
país.
Había
enfrentado a Bussy Billy. El corajudo púgil chileno se encontraba groggy desde
el segundo round, aguantando los 8 asaltos siguientes, realizando la mayor
proeza de valor y voluntad que a esta fecha se conocía en la historia del boxeo
mundial.
El
boxeador Lagos se levantó 17 veces en esa pelea, y el público asistente enardecido
gritaba “¡Viva Chile!”.
El
récord de levantarse de las caídas lo poseía el ex-soldado francés Eugenio
Criqui, en su pelea con Dunde, quien había sido derribado en 15 ocasiones y se había levantado en todas ellas.
Solo
un boxeador con unas piernas en buena forma pudo sostenerse durante un castigo
de media hora en estado inconsciente. Lagos fue el vencedor sentimental ante un
público que le tributaba gritos de admiración.
El
15 de agosto de 1925, en el Circo Metropolitano, se presentaron el venezolano
Rafael Carabaño y el trinitario Young Lee. Las crónicas de la época señalaban
el fraude de la pelea, ya que siendo mejor el boxeador trinitario, se tendió en
la lona, a pesar de las protestas del público, y de que Jesús Corao le instó a
que continuase el combate.
Boxeo en el Nuevo Circo de Caracas en 1925. Fotos: Dr. Luis Olavarría Matos.
Boxeo en el Nuevo Circo de Caracas en 1925. Fotos: Dr. Luis Olavarría Matos.
El 5
de septiembre de 1925, señalaba Pedro Luka, las deplorables condiciones del
boxeador chileno Víctor Vásquez, tras su reciente pelea en el Nuevo Circo de
Caracas. Expresaba que quizás era el mejor pugilista que se encontraba en el país,
pero que se estaba en Caracas prácticamente sin entrenamiento. Su
pelea con el trinitario Dick Turpin, anunciada para el 6 de septiembre tuvo que aplazarse por exigencias del púgil chileno para el día 20 de septiembre.
La medida, a criterio, de Pedro Luka, lucía atinada.
Esta
pelea entre Vásquez y Turpin se considerada como uno de los sensacionales
encuentros pugilísticos dados en Caracas para esa época.
Ambos
boxeadores contaban en su haber con numerosas victorias. Turpin era recio,
alto, de fuerte pegada y de mucha capacidad de aguante en los castigos. Vásquez
era igualmente fuerte, pero aventajaba en conocimiento y mejor boxeo a su
contendor.
Otro
encuentro esperado por el público caraqueño fue la revancha entre Lagos y Bussy
Billy, el cual se dio al terminar el match entre Vásquez y Turpin. Lagos
después de operarse la nariz se encontraba listo y decidido para esta revancha.
La anterior victoria de Billy, fue considerada objeto del azar. De no haber el martiniqueño alcanzado a su oponente con un golpe tan preciso en los comienzos de
la pelea, muy distintos hubieran sido los resultados.
El
11 de septiembre de 1925, boxeó Godín en Nueva York, ante Rosembloom. El
antiguo campeón de Venezuela, el argentino Godín, fue contratado por Boby
North, representante de boxeadores y promotor de boxeo. El Sr. Jesús Corao le
entregó una carta a Godín cuando salía de Venezuela, recomendándole al Sr.
North. El monto que cobraría sería de 10 dólares por round.
La
afición de Caracas estaba deseosa de ver el combate entre el campeón ligero, el
venezolano Armando Best y Rafael Carabaño.
Los
hermanos Carlos y Jesús Corao, presentaron en el Nuevo Circo de Caracas, en la
tarde del domingo 20 de septiembre de 1925, tres peleas de Campeonato en un
mismo programa: Luis Garrido, se impuso por K.O. a Isidoro González “Pica
Pica”, por la faja de los Moscas; Emilio
Orellana, ganó por K.O. a Pedro Maury, por el título de los Gallos; Víctor
Vásquez, (chileno), campeón peso pesado y Dick Turpin, (trinitario) hicieron
tablas, conservando el primero de los nombrados el título de campeón.
Estos
boxeadores foráneos con títulos de campeones venezolanos, ameritan una
explicación y es que en aquellos tiempos, se permitía disputar un título
nacional, entre venezolanos y extranjeros. Es por eso que muchos boxeadores de
afuera ostentaron fajas nacionales. Dándose el caso insólito de la pelea
titular de los Welters, entre el campeón nacional, Pete Martin, natural de
Puerto Rico y el retador alemán, Jupp Basselman y otros encuentros por
campeonatos que sería largo enumerar.
Hola, gracias por la información estoy haciendo una revista biográfica de Carlos "Morocho" Hernández (mi abuelo) es mi trabajo de grado para obtener el título de Comunicadora Social, necesitaba esta info para el planteamiento del problema ya que voy de lo macro a lo micro.
ResponderEliminarDe tener alguna otra información que me pueda faciliciar se lo agradeceré!
Mi padre siempre nos decia qu habia sido el que dió el primer knok-out peso gallo en Venezuela y ahora sal que fué Emilio Orellana?
ResponderEliminarMi padre era Pedro Maury. Nació el 25 de septiembre de 1900. También jugó béisbol fundador del Caracas, salto alto, carresra de velocidad, gimnasta y bailarin en el teatro municipal. Del matrimonio con Julieta Dávila de Maury tuvo 4 hijos: Gustavo, Irene Gisela y yo, Mirian Maury Dávila.
EliminarHizo Pedro Maury una exhibición de gimnasia con obstáculo al Presidente Vicente Gómez.
EliminarArmando Best el mejor
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