sábado, 16 de abril de 2016

BATTLING SIKI: PRIMER CAMPEỐN DE BOXEO AFRICANO


A mediados de diciembre de 1925, falleció trágicamente en Nueva York (U.S.A.), el boxeador senegalés Battling Siki.

Presentaba su cuerpo dos heridas mortales producidas con arma de fuego. Se ignoró el móvil de hecho, aunque la viuda del extinto púgil señaló la posibilidad de que fueran unos contrabandistas de licores.

Ninguno de los boxeadores de esa época tuvo tan rápida notoriedad como Siki, cuyo nombre verdadero era Luis Siki Phal.

Nacido en Senegal, llegó a Francia con sus padres, iniciándose en el boxeo cuando tenía 10 años de edad, donde compartía labores en una fonda, lavando platos.

Tuvo relevante actuación durante la Primera Guerra Mundial, combatiendo para el Ejército francés, en el 8vo. Regimiento de Infantería, por cuyas valerosas actuaciones fue condecorado con “La Cruz de Guerra” y “La Medalla Militar”.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, se dedicó de lleno al boxeo. Para el 1 de noviembre de 1919, Siki tenía un impresionante récord de 43 victorias, en 46 combates, con 21 knock-outs, 1 derrota por decisión y 2 empates.


En septiembre de 1922 se hizo célebre cuando venció fácilmente por knock-out a la gran figura del boxeo francés Georges Carpentier. Estaba presente en esa ocasión el joven Ernest Hemingway, quien fuera célebre escritor.

Mucho le costó a Siki esta victoria. Los admiradores del campeón francés Carpentier no le perdonaban que le hubiese ganado y derribado a su ídolo. Cuando Siki se subió al ring en París (Francia) en su próxima pelea muchos acudieron al combate para ver rodar sobre la lona al espigado hombre de ébano senegalés. Su contrincante era un buen boxeador, entrenado de nombre Nilles, campeón semi-pesado de Europa.

La vida desordenada del senegalés hacía suponer que sería derrotado; sin embargo, al subir al ring Siki y arrojar su bata lejos de sí, apareció un hombre hercúleo con decisión de vencer, derrotando a Nilles por la vía rápida del knock-out.

Los comentaristas y aficionados del boxeo comprendieron ese día la fortaleza del boxeador Siki.

La prensa parisina, en el “Le Petit Parisien”, señalaba: “Siki mueve los brazos como aspas amenazadoras  en contra de todas las reglas del boxeo; pero esto es una simple engañifla. De ese torbellino de brazos salen oportunamente unos uppercuts que derriban en el acto”.

Luego de su victoria ante Nilles, Siki se dedicó a escandalizar a toda la ciudad de París, con sus excesos con el licor. Poseía un buen humor que le hizo tener gran popularidad. Era dispendioso con su dinero. Todas las fiestas donde asistía terminaban a golpes.


Siendo campeón mundial semi-pesado, perdió su cetro por no haber entrenado lo suficiente. Fue en la ciudad de Dublín, ante el boxeador irlandés Mike MacTigue, el 17 de marzo de 1923. Partiendo luego de su derrota, a los Estados Unidos de Norteamérica en busca de nuevas oportunidades.

Los cronistas neoyorquinos se familiarizaron con las extravagancias de este púgil, haciéndolo aparecer frecuentemente en la prensa. Cuentan que un día se presentó en la famosa Quinta Avenida de la ciudad de Nueva York, lanzando billetes de a dólar, lo que produjo una larga interrupción del tráfico, despertando numerosos comentarios por la prensa.

Siki fue más célebre por su vida escandalosa fuera del ring que por sus victorias en el ring. 



Casado en dos ocasiones con mujeres de raza blanca, en Francia se casó con una holandesa en 1924 con quien tuvo 2 hijos y posteriormente, se casó ese mismo año, con la norteamericana, de nombre Lilian Werner, su viuda.

El 15 de diciembre de 1925, había sido detenido por un policía por presentar estado de ebriedad en las cercanías de la calle 42 de Manhattan (Nueva York), apareciendo su cuerpo sin vida, tirado en la calle, presentando dos disparos de arma, a corta distancia, realizados por su espalda, en la cercanía de su apartamento en esa ciudad.

Sus exequias se realizaron el barrio neoyorquino de Harlem, en la iglesia baptista abisinia. Cerca de 80 personas lo acompañaron a su velorio. Al salir, hubo que colocar cordones policiales para mantener el orden, siendo acompañado por una gran multitud de personas. Fue llevado hasta el cementerio de Flushing (Nueva York) y el Pastor Powell hizo una necrología sobre Siki, donde expresó: “Siki era conocido en todo el mundo como “El Hijo de Juncar” o el “Hércules Senegalés”. Ningún hombre nacido en Africa tuvo una vida tan dramática ni un fin tan trágico como este hermano que supo conquistar numerosas condecoraciones francesas en el campo de batalla. Si sus cualidades hubieran sido guiadas por el camino del bien y no inicuamente explotadas como lo fueron por hombres sin escrúpulos, algo mucho mejor se hubiera obtenido de este atleta de una raza que aún maltratan los prejuicios”. Y luego volviéndose hacia un grupo de hombres blancos, agregó: “Contemplad este ejemplo. Nosotros en estos momentos, sólo exigimos a la civilización moderna un poco más de piedad para con los hombres hijos de Juncar que vengan a instalarse en esta tierra”. La ceremonia del entierro se efectuó bajo los ritos mahometanos.

Murió a los 28 años de edad, de los cuales dedicó al boxeo 18. Su récord vitalicio fue de 64 victorias, 25 derrotas y 5 empates, con 35 knock-outs.

El año de 1993, fueron trasladados sus restos a su país natal Senegal, específicamente a la ciudad de St. Louis. Fue el primer campeón procedente del continente africano.

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