(Por: Rafael Dupouy Gómez)
Curiosa fotografía del famoso diestro “Joselito”
boxeando con el Campeón Mundial Peso Pesado Jack Johnson en España, el 21 de
abril de 1917. (Archivo Hnos. Dupouy Gómez. Foto: M. Mateo).
La
histórica foto captada por el oportuno lente de Manuel Mateo Serrano nos
muestra, en simpática actitud, al maestro del toreo José Gómez Ortega
“Joselito” o “Gallito”, practicando boxeo con el legendario Campeón Mundial de
los Pesos Pesados Jack Johnson.
“Joselito”,
la máxima figura del toreo de su tiempo, compartió amistad con el más grande de
los boxeadores de su época. Bien es sabido que los toreros y los boxeadores se
asemejan, porque ambos provienen de los estratos sociales más humildes y sus
vidas han sido marcadas para luchar en busca de la gloria y el triunfo en las
plazas de toros o en los cuadriláteros del mundo.
Con
mucha dedicación y sacrificio ambos se preparan para el encuentro, el torero
ante el toro y el boxeador ante un ser humano semejante. Un riguroso
entrenamiento corporal y mental es indispensable para lograr un óptimo estado
físico el día del enfrentamiento con el enemigo a vencer. Los toreros lo hacen
ante toros que los superan enormemente en peso y talla, además de estar bien armados
de pitones. Los boxeadores ante adversarios con el mismo peso reglamentario,
existiendo divisiones por categorías. Un púgil peso pluma, por ejemplo, no
podría pelear contra uno peso pesado, porque estaría en completa desventaja.
El
torero, aplicando correctamente su técnica, clase y conocimiento de la lidia,
se esfuerza en convertirse en un artista ante la cara del toro. En cambio, el
boxeador, utilizando correctamente su técnica, trata de convertirse en un
estilista, marcando y eludiendo con inteligencia, agilidad, velocidad y
destreza a su contrincante para dominarlo y derrotarlo finalmente en el ring.
Algunos toreros, antes de dedicarse seriamente a su profesión, comenzaron
practicando el boxeo, tal fue el caso del diestro mexicano Silverio Pérez o el
venezolano César Girón.
JACK JOHNSON ADMIRADOR DE JOSELITO Y BELMONTE
Jack
Johnson, nació en 1878 en Galveston, Texas (U.S.A.). Medía un metro noventa de
estatura y era muy fornido, razón por la cual fue conocido como “El Gigante de
Galveston”. Ha sido considerado como el
mejor boxeador peso pesado de su generación.
Johnson, era un boxeador cauteloso que poseía una
gran defensa y fortaleza, tuvo el honor de ser el primer Campeón Mundial de los
Pesos Pesados de raza negra desde el año 1908 hasta 1915, y según la International
Boxing Research Organization (IBRO)
ha sido uno de los 10 mejores púgiles pesos pesados de la historia.
El célebre historiador de boxeo, recientemente
fallecido, Bert Sugar, lo ubica en su libro “Boxing’s Greatest Fighters” en el
décimo puesto de todos los tiempos y categorías. El historiador Ken Burns,
quien realizó un documental sobre la vida del famoso boxeador, señaló que “durante más de trece años, Jack Johnson fue
el afroamericano más famoso y notorio de La Tierra”.
Le tocó sufrir una época muy dura donde el
racismo en Norteamérica no veía con buenos ojos que un Campeón de Boxeo fuera
de raza negra. El 3 de febrero de 1903 conquistó el Título de Campeón Peso
Pesado Negro. Enfrentó a los mejores peleadores de su raza, entre los que
estaban: Sam Langford, Sam McVey y Joe Jeannette. Tuvo que esperar muchos años
para poder enfrentarse por el Campeonato Mundial de los Pesos Pesados ante
Tommy Burns en Sidney (Australia), el 26 de diciembre de 1908. La pelea fue
detenida por la policía cuando Burns no pudo continuar peleando en el asalto 14
y los jueces le dieron la victoria por K.O. técnico (T.K.O.), ante un lleno de
20.000 personas.
El 4 de julio de 1910 noqueó con un gancho de
izquierda en el asalto 15 al Ex-Campeón Mundial Peso Pesado Jim Jeffries (quien
fuera Campeón entre 1899 y 1904), a quien llamaban “El Hombre de Hierro” que
volvía al cuadrilátero luego de un retiro de 6 años para tratar de reconquistar
el título para la raza blanca.
Jack Johnson se convirtió en un auténtico ídolo
para la población de raza negra de su país y del mundo, mucho antes que lo
fueran: el boxeador Joe Louis conocido como “El Bombardero de Detroit”, el
atleta y medallista olímpico Jesse Owens o el jugador de béisbol Jackie
Robinson. Sus peleas paralizaban al país surgiendo, en ocasiones, fuertes
disturbios de índole racial. Ganó mucho dinero. Se vestía con los mejores
trajes y le gustaba disfrutar de su fama. Se casó en cuatro ocasiones y tres de
sus esposas fueron de raza blanca, lo que significó un escándalo para la época.
Su esposa, Etta Terry Duryea, se suicidó en 1912 al no poder soportar las
críticas y presiones de la sociedad. Johnson fue amenazado de muerte por el Ku
Klux Klan, pero a pesar de existir esa dura discriminación racial, casi siempre
se mostró tolerante y jovial.
Salió de los Estados Unidos de Norteamérica rumbo
a Europa, debido a varios problemas con la justicia por razones de índole
racial, ya que había sido detenido e interrogado
en numerosas ocasiones por vulnerar la ley Mann sobre el tráfico de mujeres en el año 1912.
El 5 de abril de 1915, a los 37 años de edad, enfrentó a Jess
Willard “La Gran Esperanza Blanca” en La Habana (Cuba) en la que fue
considerada “La Pelea del Siglo” en su momento. Fue una pelea pactada a 45
asaltos. Jack Johnson, le infirió una profunda herida a Willard en la mejilla
derecha y lo golpeó duramente para tratar de terminar la pelea; sin embargo,
sorpresivamente, Johnson, dio muestras de agotamiento y fue noqueado en el asalto
26 con un golpe de derecha directo a su mandíbula, cayendo en la lona,
cubriéndose el rostro con su brazo del sol. Este combate por el Campeonato
Mundial Peso Pesado, ha sido el más largo de la historia, en la etapa en que se
usaron los guantes para boxear, ya que antiguamente se peleaba a puño limpio.
El día del combate, hizo un calor sofocante en el cuadrilátero. El resultado
fue bastante polémico. Algunos señalaron que se había dejado ganar la pelea por
dinero. También se le prometió, que al dejarse vencer, podría solventar sus
problemas con la justicia norteamericana por la acusación de bigamia, evitando
tener que cumplir años de condena en prisión. Otros dicen que estaba viejo y
fuera de forma.
Jack
Johnson salió de La Habana (Cuba) abordo del vapor “María Cristina”, rumbo a
España, desembarcando en Santander. Johnson manifestó su deseo proseguir su
viaje a París, pero cuando se enteró que se celebraría una corrida de toros en
Bilbao de cierta importancia, no quiso perdérsela, acudiendo de inmediato, ya
que sentía curiosidad y afición por los toros, siendo gran admirador de
Joselito y Belmonte.
En
el mes de marzo de 1916 viajó a Madrid procedente de Inglaterra y el 15 de
marzo de 1916 Jack Johnson enfrentó al púgil Arthur Cravan en la Plaza de Toros
Monumental de Barcelona (España). Johnson noqueó a Cravan en el sexto asalto.
Cravan era sobrino del famoso escritor irlandés Oscar Wilde y se hizo famoso en
los años veinte como poeta surrealista, siendo gran amigo de André Bretón y del
pintor Joan Miró. Johnson permaneció casi tres años en España. Fijó residencia
en Barcelona. Le gustaba pasear por el Paseo de Gracia y Las Ramblas. Fue
alumno de Juan Belmonte y “Joselito” en la Escuela Taurina de Barcelona. En un
libro autobiográfico suyo, Johnson señaló que fue “apadrinado” por el torero
sevillano “Joselito”.
Como
dato curioso, el sábado 25 de marzo de 1916, Johnson presenció en Madrid una
novillada donde se lidiaron seis novillos de Santa Coloma para los toreros
Florentino Ballesteros, Diego Mazquiarán “Fortuna” y José Zarco. El diestro
“Fortuna” le brindó a Jack Johnson el quinto novillo de la tarde. El famoso
boxeador no resistió la tentación de ponerse la montera del torero. “Fortuna”
lo lidió muy valiente, sintiendo el toreo, con gran estilo terminando su labor
con una gran estocada, recibiendo una gran ovación. Fue el novillero que estuvo
mejor aquella tarde.
En la revista “Toros y Toreros” Nº 7 del
18 de abril de 1916, se publicó una fotografía tomada por Sanso y Perera, donde
aparece Jack Johnson capote en mano frente a un novillo en Barcelona (España).
El
jueves 25 de mayo de 1916 en el Gran Teatro (Palacio del Cinematógrafo) de
Madrid a las 6:30 p.m. se estrenó la película del sensacional combate en que
Jess Willard derrotó al campeón Jack Johnson en La Habana (Cuba).
En
el mes de diciembre de 1916, realizó un combate de exhibición con los hermanos
Anderson en Bilbao. El 8 de octubre de 1917 a las 7:00 p.m. el campeón mundial
de boxeo Jack Johnson, hizo su primera presentación en la gran sala del Music
Hall del Hotel Palace de Madrid, realizando ante un multitudinario público,
sorprendentes demostraciones de lucha y
fuerza.
En
el Punching Ball, fue muy aplaudido y boxeando con su sobrino Gus Rhodes, mostró
su gran fortaleza y habilidad. El 13 y 14 de octubre de 1917 fueron las últimas
presentaciones de Jack Johnson en el Brasserie Palace Hotel de Madrid, quien
además presentaba con su esposa Lucille Cameron de Johnson un espectáculo con
bailes americanos de salón.
Realizó
algunos combates en Madrid, con Blink Mac Closkey, en febrero de 1918; con
Marcelo Sánchez, en marzo de ese mismo año y con Bill Flint, en enero de 1919. Sus
presentaciones se basaron en exhibiciones de lucha y boxeo que ofreció entre
Madrid y Barcelona. El día 29 de junio de 1918, se celebró en la Plaza de Toros
Vista Alegre (Bilbao) un combate entre Javier Ochoa Campeón de Lucha y Jack
Johnson.
Viajó
a México en el año 1919 para fomentar el interés por el boxeo. Continuó
boxeando hasta el año 1928 a la edad de 50 años. El año 1929 se instaló en París
(Francia) estableciendo un gimnasio de boxeo. Allí conoció a Luis Buñuel,
famoso director de cine, quien había practicado el boxeo en su juventud con el
apodo de “El Tigre de Calanda”.
Su
última presentación fue en 1945, a la edad de 67 años, en una velada benéfica a
favor de las tropas aliadas contra el nazismo.
El
famoso Campeón Peso Pesado Jack Johnson, falleció en Raleigh (Carolina del
Norte, U.S.A.), el 10 de junio de 1946, a los 68 años. Se había retirado
furioso de una cafetería donde se negaron a servirle por el color de su piel.
Lamentablemente, conduciendo su coche a muy alta velocidad, perdió el control
en una curva bastante cerrada estrellándose contra un poste, perdiendo la vida
a las pocas horas. En el Graceland Cemetery
de Chicago (U.S.A.) reposan sus restos. Su récord como boxeador fue: 123
combates, 77 victorias, 13 derrotas, 14 empates, 19 sin decisión y 48
knock-outs. Fue elegido como Miembro del International Boxing Hall of Fame en
1990. Este año 2012 se le erigió una estatua en su natal Galveston, en el
Estado de Texas (U.S.A.).
Rafael Dupouy Gómez en
compañía de Gilberto Mendoza, Presidente de la Asociación Mundial de Boxeo
(AMB).
He querido dedicar este artículo a mi buen amigo Gilberto
Mendoza, Presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), por su afecto,
simpatía y caballerosidad.
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