Miguel Dupouy Gómez y
Gilberto Mendoza, Presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Caracas,
Venezuela. 2011. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Hoy,
11 de marzo de 2017, se cumple el primer aniversario del fallecimiento de
Gilberto Mendoza (Q.E.P.D.), quien fuera por muchos años, Presidente de la Asociación
Mundial de Boxeo (AMB).
Gilberto
Mendoza fue un gran amigo y profesional. Hombre de valores y principios, de
gran calidad humana, preocupado por el desarrollo de mejores condiciones de
vida y bienestar, en especial, para aquellas personas de menores recursos.
Tuvo
también una gran labor como representante de la Asociación de Scout a nivel
nacional e internacional.
Fui
invitado a Panamá, en dos ocasiones, los años 2009 y 2010, para asistir al prestigioso
evento “K.O. a las Drogas”, creado
por Gilberto Mendoza para combatir el grave flagelo, crear conciencia y ayudar
socialmente a instituciones necesitadas. Esa gran obra, fue realizada anualmente
con bastante éxito, en distintos países a nivel mundial.
De
trato sencillo, jovial, respetuoso y generoso. Fue un trabajador dedicado y
comprometido con lo que hacía, siempre con la convicción de alcanzar mejoras
significativas en su quehacer diario.
Escuchaba
amablemente a todo aquél que se le acercaba y siempre daba un sabio consejo.
Era una persona conciliadora, buscaba el entendimiento entre las posibles
diferencias.
Trabajó
sin descanso por el bien de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y de sus
integrantes, a los que apreciaba, quería y los consideraba como una familia.
Gilberto
expresaba continuamente su preocupación por la formación y desarrollo de las
nuevas promesas, en el ámbito deportivo, brindándoles todo su apoyo, tratando
de transmitirles valores y principios, para complementarlos como ciudadanos
útiles al país.
Siempre
recordaré, los agradables momentos que compartimos juntos, en compañía de su
gran amigo Alberto Sarmiento (Q.E.P.D.), quien era Tesorero de la AMB. Ambos,
me ayudaron a conocer más detalladamente, el apasionante mundo del boxeo y a
ser testigo de la camaradería existente en la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Gilberto
realizó una gran labor todos esos años. Nos dejó un valioso legado, de enseñanzas
y ejemplo de vida para emular y continuar.
Luchó
como todo un campeón ante la enfermedad, con mucha fe, esperanza y coraje.
Nunca se dio por vencido, demostrando su entereza con un espíritu alegre y
cordial hacia las personas que le acompañaron y estimularon en cada momento.
A
su querida esposa Elena, a sus hijos Gilberto Jesús y Marielena, demás
familiares y amigos, les envío mi cariñoso recuerdo y fraternal afecto. Doy gracias
a Dios, de haber contado con su amistad, profesionalismo y alegría.
¡Que
Dios lo tenga en su Gloria!
Un
fuerte abrazo campeón y elevo mis oraciones por el eterno descanso de tu alma.
Miguel Dupouy Gómez.